Afrodita
Es, en la mitología griega, la diosa de la belleza, el amor, el deseo y la reproducción. Aunque a menudo se alude a ella en la cultura moderna como «la diosa del amor», es importante señalar que normalmente no era el amor en el sentido cristiano o romántico.Afrodita tiene numerosas equivalentes: Inanna en la mitología sumeria, Astarté en la fenicia, Turan en la etrusca y Venus en la romana. Tiene paralelismos con diosas indoeuropeas de la aurora, tales como Ushás o Aurora. Según Pausanias, los primeros que establecieron su culto fueron los asirios, y tras ellos los pafosianos de Chipre y los fenicios que vivían en Ascalón (Palestina), quienes enseñaron su culto a los habitantes de Citera.1 Se decía que Afrodita podía hacer que cualquier hombre se enamorase de ella con solo poner sus ojos en él.
Afrodita se casó con Hefesto, el dios cojo de Lemnos, pero amaba a Ares, el dios de la guerra. Según Homero, los dos amantes fueron sorprendidos de madrugada por el Sol, que todo lo ve, y se lo contó a Hefesto. Éste preparó una trampa secreta, una red mágica, que él sólo podía accionar. Cuando una noche los vio en el lecho, activó la red y llamó a todos los demás dioses del Olimpo para que lo vieran. El espectáculo estaba asegurado y todos se rieron de los dos amantes. Afrodita, avergonzada, se marchó hacia Chipre. De los amores de Afrodita y Ares nacieron Eros y Anteros, Deimo y Fobo y Harmonía (a veces se incorpora Príapo, dios de Lámpsaco, protector de los jardines, en la lista, ya que una tradición itálica considera Venus como la diosa de los jardines).
Los animales favoritos de la diosa eran las palomas -un tiro de estas aves arrastraba su carro-. Sus plantas, la rosa y el mirto.
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